Efectos del Perdón en el Cuerpo y en la Mente

Este video es un fragmento del Programa Encuentro Consciente, en él hablamos de los efectos del perdón en el cuerpo y en la mente. (Sigue el programa en vivo todos los domingos a las 9:00 PM Colombia desde YouTube en en Canal de Andrés Rada – Psicólogo)

Generalmente creemos que el perdón es algo que se otorga al otro, pero la propuesta es verlo como un regalo que nos hacemos a nosotros mismos. Cuando lo ves de esta manera es más fácil tomar la decisión de hacerlo, porque lo haces por ti, porque quieres estar bien, estar sano y cambiar las emociones negativas que te han acompañado.

El perdón te libera de pensamientos y emociones que te afectan mental y físicamente. Al perdonar tu pasado, liberas tu mente de la prisión que tú mismo te has impuesto y te permites vivir el presente con una energía renovada.

Recuerda que toda experiencia es un aprendizaje y que el otro funciona como espejo, mostrando las limitaciones propias y aspectos a trabajar para el desarrollo personal y espiritual.

Te comparto a continuación la investigación sobre el Perdón:

El Dr. Frederic Luskin Fundador del Stanford Forgiveness Proyect ha encontrado a través de sus investigaciones una de las mayores evidencias que existen en relación con el perdón y los beneficios en la salud, a través de los cuales pudo evidenciarse que el perdón eleva el estado de ánimo y aumenta el optimismo, mientras que el no perdonar está relacionado con estados depresivos, ansiedad y hostilidad.

A través de estos estudios pudo evidenciarse que cuando somos hostiles y amargos generamos neuroquímicos del estrés y la ansiedad como la adrenalina, el cortisol y la norepinefrina, las cuales van a recorrer todo nuestro cuerpo, aumentando la frecuencia cardiaca y la presión arterial, las cuales se elevan dramáticamente generando un alto riesgo de enfermedades coronarias.

De igual manera la tensión muscular aumenta al igual que la sudoración en nuestro cuerpo producto de una gran actividad de las glándulas sudoríparas producto del estrés y la tensión, el cerebro entra en una zona llamada «la zona de no-pensamiento”, la cual es un estado cognitivo en el que nuestras facultades mentales se ven seriamente limitadas: no podemos pensar con claridad y tampoco encontrar soluciones creativas a nuestros problemas cotidianos.

Por el contrario, cuando perdonamos, este descontrol nervioso regresa a un punto de equilibrio óptimo: la presión arterial y el ritmo cardíaco descienden, los neuroquímicos del estrés son reabsorbidos y el sistema nervioso activa el modo parasimpático, es decir, la llamada respuesta de relajación.

Mientras que la negatividad activa las partes más arcaicas de nuestro cerebro, el llamado cerebro reptiliano, perdonar activa las partes más recientemente evolucionadas de nuestro cerebro, como la corteza prefrontal y la corteza cingulada posterior, que se ocupan de la resolución de problemas, la moral, la comprensión de los estados mentales y emocionales de los demás, y el control cognitivo de nuestras propias emociones.

Este control cognitivo sobre los centros emocionales del cerebro inhibe las reacciones impulsivas alimentadas por la rabia y el odio. El pensamiento superior nos permite dar nuevas interpretaciones a lo que nos ocurre, visualizar nuevas posibilidades, ponernos en el lugar del otro de forma objetiva y convertir un evento doloroso en algo menos molesto a nivel mental y emocional.

Esto tiene a su vez un impacto decisivo en nuestros estados de ánimo, nuestra autoestima, nuestras respuestas emocionales, nuestras relaciones y nuestro sentido interior del propósito de vida.

El psicólogo Frederic Luskin, director del proyecto Stanford Forgiveness Project, explica que el perdón debe ser visto por quien lo concede como un favor autodirigido que viene a otorgar beneficios internos, no externos.

Fuentes de este artículo:
https://culturainquieta.com/es/inspiring/item/18374-la-ciencia-del-perdon-por-que-la-compasion-nos-hace-felices.html
https://www.psyciencia.com/psicologia-del-perdon/

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